Sinceramente, la primera vez que intenté hacer pan sin gluten, hace unos meses, fue un auténtico desastre. Lo intenté varias veces: de quinoa, de trigo sarraceno, de quinoa y lentejas… Pero todos quedaban hechos un mazacote, vamos que no había quien se los comiera y terminábamos literalmente dándoselos de comer a las gallinas.
Cosas de la vida, este confinamiento me ha pillado con el horno estropeado así que me he animado a probar a hacer pan en la sartén y para mi sorpresa ha quedado muchísimo más bueno. Combinando recetas de aquí y de allá y agregando mi toque personal he llegado a elaborar una receta cuyo resultado me ha parecido muchísimo más convincente.
En este caso lo he rellenado con paté de tomate seco, lechuga y nueces y la combinación es realmente deliciosa.
Ingredientes
- 225g harina de sarraceno
- 180ml agua
- 2C aceite de oliva
- 1c de sal
- 2 dientes de ajo
- 2C semillas variadas
- 1 pizca de cayena
- 1 pizca de bicarbonato
Elaboración
- Picar muy finamente los ajos.
- Mezclar muy bien todos los ingredientes.
- Coger una cucharada de masa y ponerla en una sartén caliente a fuego medio-bajo extendiéndola para que el pan quede bastante plano.
- Poner tantas cucharadas de masa como quepan en la sartén, dejar cocer durante unos 5 minutos y dar la vuelta para cocinar otros 5 minutos por el otro lado.
- Sacar cuando los panes estén dorados por ambos lados y repetir la operación con la masa sobrante hasta terminarla.
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