Una receta de esas que salen por casualidad, porque pensabas hacer una cosa y de repente sale otra, porque se te mete en la cabeza que ¡quieres una sopa! y transformas lo que tienes en algo totalmente diferente a aquello que estaba previsto.
Aún así, sin tener grandes esperanzas en que el brócoli fuera el mejor ingrediente como protagonista para una sopa, en este caso me llevé una gran sorpresa y es que descubrí que al combinarlo con boniato y estragón el resultado es exquisito.
Con el añadido del tofu marinado además se convierte en un plato cuyo contenido nutricional es bastante equilibrado sin dejar de ser ligero además de reconfortante.
Ingredientes para 2 raciones
- 100g de puerros
- 150g de boniato
- 200g de brócoli (solo arbolitos)
- 150g de tofu
- Aceite de oliva virgen extra
- 1cp de estragón
- 1cp de ajo en polvo
- Comino
- Nuez moscada
- Pimienta
- Sal
Elaboración
- Pelar los puerros y lavarlos muy bien para asegurarse de que no les queda nada de tierra. Cortar en trocitos y sofreír durante 5 minutos en una olla con un chorrito de aceite. Remover frecuentemente para que no se pegue.
- Añadir 600ml de agua a la olla, taparla y poner a fuego fuerte hasta que hierva.
- Añadir las especias.
- Pelar el boniato y cortar en dados de 1cm de lado. Añadir a la cocción.
- Cortar el brócoli en arbolitos pequeños (el tronco puede guardarse para hacer un puré o una tortilla de brócoli, por ejemplo), y añadir a la olla.
- Prolongar la cocción durante unos 7 minutos hasta que el brócoli quede tierno (comprobar con un tenedor). Y servir.
Sugerencia: ésta es una de esas sopas de las que si sobra algo se pueden aprovechar para hacer una crema (simplemente batiéndola hasta que quede totalmente homogénea) y el resultado es casi más delicioso que la sopa en sí.
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